Tanto internet como los libros técnicos de de fotografía tienen abundante información sobre cómo modificar los valores de la piel para que ésta tenga un aspecto “estándar” sano y saludable. La mayoría de las técnicas se basan en el canal CMYK para modificar la tonalidad de la piel ya que muchos opinan que actuar sobre el cian, magenta y amarillo es la forma más sencilla de lograrlo.
En este tutorial se aborda la que es posiblemente la manera más sencilla de ajustar los tonos de la piel, desde el canal RGB. La fórmula es sencilla. En un determinado punto de la piel, los valores de B y G deben tener una proporción concreta respecto a los de R. Concretamente:
Red = n (el valor que posea en la imagen)
Green = 75% de R
Blue = 60% de R
Green = 75% de R
Blue = 60% de R
Para llegar a hacer esos ajustes se llevan a cabo los siguientes pasos:
- Se duplica la imagen original.
- Se accede a su curva de control (Ctrl + m).
- se busca una zona de la piel clara pero sin altas luces o brillos directos de la iluminación y se hace clic sobre ella mientras se mantienen pulsadas las teclas Ctrl + Shift.
- Luego dentro del cuadro de la curva se abre el canal rojo, se ve que se ha creado un punto y se ve el valor (imput) que tiene.
- Se calcula el 75% y el 60% de ese valor y se introduce en el output del canal G y del canal B respectivamente.
- Se pulsa Enter.
- Se pone una máscara de capa negra sobre la imagen duplicada.
- Se pinta con blanco casi al 100% para descubrir la piel.
- Se repintan en negro ojos y labios para que no se ven afectados.
- Se ajusta la opacidad de la capa al gusto.
En las siguientes imágenes, que corresponden a una sesión de exteriores con Lena Ketterle, se puede ver el resultado de este retoque (arriba) y el aspecto de la fotografía original (abajo).
